Barranco, el distrito más bohemio de Lima

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En el inmenso mapa del Perú, Barranco se deja ver como un pequeño punto ubicado en el centro de Lima. Ahora sé que es uno de los 43 distritos que tiene la capital de este país y que además guarda una larga historia.  

Había escuchado hablar de él hace algunos meses, cuando comencé a indagar por los principales destinos turísticos en este país. Entonces, en las guías de turismo que un amigo me regaló, encontré un lugar pintoresco, de antiguas casas, bares y restaurantes abiertos las 24 horas del día, el lugar de turistas bohemios y estudiantes emparrandados.

 Barranco tiene una población cercana a las 46 mil personas (es el distrito más pequeño de Lima), que inicialmente fue fundado por pescadores y que fue reconocido como distrito en octubre de 1874, a orillas del Pacífico. 

Se me ocurrió ir a conocerlo una noche cualquiera de agosto, cuando la temperatura no supera los 14 grados y la humedad alcanza casi el 90 por ciento. Tomo un bus que me lleva directo desde el distrito de Magdalena hasta Miraflores (una especie de barrio Poblado, en Medellín, pero a orillas del mar), y de ahí directo al lugar preferido por el cantautor español Joaquín Sabina, en sus visitas esporádicas a este país.  

Son como las siete y treinta de la noche y el vapor frío se hace más intenso. Camino por entre sus calles antiguas repletas de autos modernos y viejitas eternas, muchachos en patineta y algunas niñas con uniforme escolar. La noche es como cualquier otra y la vida fluye con tranquilidad mientras me dejo encantar por el entorno lúgubre del lugar: lámparas que desprenden una luz amarillenta, una antigua casa que más parece un castillo y el cielo opaco digno de una película de terror.

Cuando su historia comenzaba, Barranco era un atractivo balneario para los veraneantes limeños de clase media y para extranjeros, aunque su historia también recuerda que a finales del siglo XIX, cuando Perú y Chile entraron en guerra, el distrito fue saqueado e incendiado por las tropas chilenas. Y para completar la moñona, un terremoto de ocho grados destruyó en 1940 parte de su patrimonio. El primer carro de bomberos que llegó a Lima, en 1907, de llantas metálicas y con techo de cuero, se exhibe en la sede de estos hombres voluntarios, como testigo de la historia que por allí ha transitado.  

Supe además que fue el lugar de residencia del escritor Mario Vargas Llosa, del poeta José María Euguren y de muchos otros académicos y hombres de letras. Ahora los visitantes de este distrito son los eternos caminantes de sus calles y avenidas, muchos de ellos artesanos y hippies que recorren Suramérica con el pretexto de vender sus creaciones. Como Diana, que con cuatro amigos más partió de Medellín hacia el sur.  

Una tela oscura sirve de base para las artesanías que lleva en su maleta, a la espera del comprador que se antoje de los aretes de cáscara de coco o las hebillas de lana que ella misma teje mientras sus amigos conversan con los transeúntes.  

Me cuenta que vienen de Bolivia y ya se dirigen de regreso a Colombia, que le encanta este país y espera conseguir el pasaje vendiendo su trabajo. Se ubican a un lado de las escalas que conducen al Puente de los Suspiros, otro emblemático lugar de este distrito, el mismo que sirvió de inspiración a la cantautora Chabuca Granda: 

 “Puentecito escondido entre follajes y entre añoranzas, puentecito tendido sobre la herida de una quebrada. Retoñan pensamientos tus maderos, se aferra el corazón a tus balaustres…”  

Si se camina a cualquier hora por allí, a cualquier hora se encontrará usted con personas que llegan a beberse una cerveza, escuchar una banda de rock en el bar La Noche, una antigua casona ubicada en una esquina de una concurrida calle, a meterse a un casino a jugarse unas cuantas monedas, o tomarse un Pisco Sour, la bebida más reconocida del Perú.  Todo eso hasta que el cuerpo aguante o la noche termine.

Yo por ahora, después de caminar y caminar, de recorrer las calles empedradas del Malecón de los Ingleses, de escuchar el sonido de las olas que chocan sin tregua en las rocas, de lograr algunas imágenes en mí cámara y bajar la chaqueta hasta ocultar mis manos para que el frío no penetre mis huesos, regreso a casa con la impresión de haber conocido un lugar acogedor, histórico y atractivo para cualquier forastero.  

Nota: Sus vecinos dicen que el nombre de Barranco se debe al despeñadero que hay antes de tocar el mar, al abismo que también sirve de mirador para los enamorados que por allí deambulan. 

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4 respuestas a Barranco, el distrito más bohemio de Lima

  1. LUIS dijo:

    el alakalde de bareranko e suna mierda nunka sabra ke es ser artesano por ke nunka nacio en el peru y su falta de kultura LO PONE DE TAL TAMAÑO KE SIEMPRE SERA UN INKULTO POR KE NO SABE KE EL EPRU ES Y SERA ASTA KE EL PLANATA SE ESXTYINGA SERA ARTESANO LA IGNORANCIA DE SU INKAPACIDDA LO PINTA TAL Y KOMO ES UHN LKOMENTARIO DE UN ATRSANO KE NO BE LA HORA DE KE TAL AFAN DE ESE ALKALDE SE BAYA AL AMIERDA POR KE ES UN INKULTO KOMO ISUS DELEGADOS ABSURDOS Y KAGADOS…

  2. andrea dijo:

    creo q deberian al menos poner mapas no creen’????’¿

  3. Zavaleta Karen. dijo:

    Verdad es todo lo que haz escrito. Vivo a una cuadra de barranco- entre barranco y chorrillos.Casi toda mi vida pasando por San Martín y Pedro de Osma.

    Anticuchos de Don Mario
    Sargento Pimienta
    La Noche
    Mochileros
    El mejor Chifa «Chung Yiong» (jr. Union)

  4. Wilfredo Llanos dijo:

    Aún no conozco Barranco, pero algún día tendré que ir por ahi.. por cierto me pueden decir la dirección de aquel bar donde frecuenta Joaquin Sabina en sus visitas al Perú? gracias.

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